Se debe conocer aspectos de la vida del niño (estilo de vida, contexto...) y así podremos adoptar alguna medida higiénica. Las disfonías infantiles son más frecuentes de lo que creemos. Algunos consejos que os damos para prevenirla son los que veremos a continuación:
Evitar el humo
Asegurar un alto grado de hidratación del niño, ya sea bebiendo agua o encontrarse con un adecuado nivel de humedad en el ambiente
Asegurar un nivel sonoro confortable en el hogar
Evitar deportes donde se tenga que forzar la voz, así como una sobrecarga de actividades
Vigilar procesos alérgicos y catarrales
Mantener una adecuada limpieza nasal, así como evitar la respiración por la boca (respirar siempre por la nariz)
Evitar los gritos repetitivos y realizados con esfuerzo
Evitar emitir sonidos y ruidos que puedan suponer un sobreesfuerzo o ser nocivos para la voz
No forzar el gesto vocal ni ser inadecuado al simular e imitar personajes
Asegurar un ritmo de descanso suficiente para la voz y para el conjunto de actividades del niño
Promover un buen nivel de práctica deportiva, sin exceso de competitividad
1.- Evite fumar
2.- No hable en ambientes ruidosos: no hable por encima del ruido de máquinas, tráfico intenso o conversaciones de mucha gente
3.- Limite la cantidad de tiempo que habla: mientras dura su problema de voz
4.- Utilice el tono de voz óptimo: no chille cuando hable. Trate de hablar únicamente con las personas que están cerca
5.- Evite aclarar la garganta continuamente: o toser fuerte carraspeando, esto produce que las cuerdas choquen entre ellas con gran fuerza y se inflamen más.
6.- Evite los irritantes en la garganta: humo, polvo, alcohol, bebidas excesivamente calientes o frías
7.- Hable pausadamente: y con intensidad moderada
8.- No tense los músculos: de la parte superior del tórax ni del cuello, debe conseguir que el cuerpo esté bien alineado y relajado, y que la respiración sea natural. No ponga tensión en la mandíbula, ni la cara. Que no se le noten las venas del cuello al hablar.
9.- No hable con una voz monótona: sufrirá siempre la misma parte de las cuerdas vocales. Haga que el tono de voz varía y que cambie el volumen a lo largo de las frases. Además, así, será más comunicativo.
10.- Reduzca al máximo las situaciones de agotamiento nervioso: falta de sueño, estrés, tensión, etc.
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